domingo, 2 de octubre de 2011

Día 78: Monólogo Superstar

Ayer viajando en el tren tuve un dejavú.
Aunque en realidad pensándolo bien, no si realmente fue eso, o fue una mezcla de sensaciones que me recordaron a tiempos lejanos...
Tengo que confesar que no me gusta viajar en tren. El amontonamiento de gente, el olor a pata, el olor a transpiración, el mal aliento, y los pungas, hacen que cada vez me de menos ganas de utilizarlo.
Ayer me preparaba para un viaje largo, de esos que hacen que en lugar de tener una raya tengas dos.
Entré, me acomodé como pude, cerca del planito de estaciones (si, porque hace 6 años que vivo en Buenos Aires pero todavía no me aprendo las localidades), y me dispuse a esperar...
Enfrente tenía un chico que venía dibujando, lo que me entretuvo una parte del viaje.
De repente me doy cuenta que toda la gente empieza a mirar cerca de la puerta...

Miro, y se encontraba un hombre tirado en el suelo, en posición de reverencia, pero sin moverse, parecía ser un trabajador, porque en una de las bolsas que tenía en el costado llevaba carne, y no estaba mal vestido.
La gente parece no inmutarse, lo miran con asombro, pero ninguno hace nada.
De repente se escucha alguien gritar del fondo "llamen a un guarda, que hay una persona descompuesta!", a lo que, después de unos minutos, el guarda viene e intenta llamarlo.

Mientras transcurría esa situación, comienzan a discutir dos personas, muy diferentes entre si, y de clases sociales totalmente diferentes. El de clase social aparentemente alta, le decía a la señora que para que había llamado al guarda, que seguro estaba borracho, y que debían dejarlo ahí que ya se le iba a pasar, mientras que la señora defendía que, por mas que estuviera borracho, se merecía atención, porque no sabíamos realmente que era lo  que le pasaba.
La discusión comienza a elevarse, se mete la hija de esta señora, a tratar de defender a la madre, se tiran un par de insultos hasta que se calman.

Saben?
Yo nací en un barrio muy precario, alquilabamos y nos mudabamos de aquí para allá. Crecí con la cumbia, jugando en la vereda con los juguetes que mis papás podían comprarme. No teníamos mucho, quizá por eso esperaba con tantas ansias mi cumpleaños, o navidad, porque eran los momentos en que sabía que iba a tener un juguete nuevo. Igual,  yo jugaba con cualquier cosa que pudiera inventarme. La imaginación era lo que sobraba.
Nuestra casa siempre estaba llena de vida, y a pesar de vivir con poco, mi sonrisa con ventanita siempre estaba ahí.
No tenía un gran atuendo, solo contaba con un vestido que reservaban para buenas ocasiones,
Quizá sea por eso que ese momento me retrajo a esos momentos, y me hicieron pensar...

Que derecho tenemos de discriminar a los demás por su forma de hablar? O de vestir? No todos tuvimos las mismas chances, ni fuimos criados de la misma manera, y si hoy en día quizá me encuentre aparentemente del lado mas cercano al hombre que discutía con la señora, me siento mas del otro lado.


Solo aquello que se sufre, se vive, y se siente, es aquello que verdaderamente se valora.
Todo lo demás, es mediocridad.


AprilSun.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Día 77: Buscando a mi doble de riesgo


Ayer fui a ver una película al cine acerca de un hombre que si tomaba una pastilla podía utilizar el 100%  del cerebro, en lugar de 20% que según dicen, utilizamos.

Vieron como son estas cosas (o al menos las que me pasan a mi). Salís del cine y te sentís como si fueras el/la protagonista de la película, o como si lo que viviste en esas dos horas pudiera aplicarse a tu vida.
El protagonista tomaba la píldora, y sabía exactamente que tenía que hacer, hasta podía escribir un libro en solo unos días. Yo solo tengo que escribir una entrada de unos cuantos caracteres, y aún me pregunto que capsu quiero decir.
Claro está, que rápido que me di cuenta que seguía siendo la misma quinta parte de lo que podía ser, y esa pastilla mágica no existía aún... así que hasta que la inventen, tendrán que bancarse un post de una persona común...

A veces me pregunto, si nuestra vida fuera una película, de que género sería?

Nuestras películas comienzan a rodar desde el instante cero, y la trama, constantemente cambiante, da vuelta sobre el mismo eje, y se hace tratar de entender desde diferentes formas y maneras, porque no todos estamos preparados para entenderla...

Y habiendo tantos guiones, quien podría interesarse en tramas tan complejas?


Una tragicomedia mezclada con momentos de suspenso, un trasfondo dramático, desarrollada en una acción continua, y con muchos, pero muchos efectos especiales. Así es como corre mi película....

To Be Continued.

AprilSun.

sábado, 20 de agosto de 2011

Día 76: Defectos secundarios

Y por si no fallara, prefiero asimilar.
De las noches encontradas,
de los días en veredas
lluvia ácida, día de sol.

Y por si no fallara, algún día ausente
encontrándome en los días
Alistandome en las horas
desgarrando los minutos.

Y por si no fallara, habré conseguido
algo de aquello, algo de esto
algo de lo esperado, y porque no
aquellas cosas olvidadas
que un día se reencuentran,
que se miran, y se observan
sin tener aún lealtad.

Y por si no fallara, llegaré,
a alcanzar un momento
a suicidar las penas
a embellecer mis días
en coloridos grises
luminosos en su andar.

Y por si no fallara, mataré la ironía
alcanzaré mis deudas
las pondré en mi camino
y diré, estoy bien.

AprilSun.

lunes, 6 de junio de 2011

Día 75: Ciencia ó Ficción.

Porqué será que algunas cosas se pierden e indefectiblemente parecen nunca mas ser descubiertas?
Se esconden en lugares tan recónditos, que aunque tuviéramos un Gps especialmente diseñado para encontrarlas, no sería posible hallarlas.
Es que hay cosas que se pierden en el camino, y jamás vuelven a ser recuperadas.
Otras simplemente se eligen perder, para vislumbrar porqué no, algún nuevo camino, en donde puedan encontrarse en aquel mundo paralelo que tan difícil parece a veces ingresar.

En esta física cuántica que nos enseña a ver lo pequeño, lo diminuto, lo tan poco importante, pero desde otra realidad, viendo las cosas de tal manera que pueden hacer que hasta lo poco interesante se vuelva mas que eso.
En esta curvatura casi perfecta, donde quien está en el centro, no ve cuanto puede hundirse sin saberlo. Pero se sabe atraído por aquellas cosas que se van acercando indefectiblemente, formando parte de su órbita.
Es que quizá las cosas nunca se pierden, como alguien dijo una vez, solo se transforman, aunque a veces sean transformadas en átomos imposibles de detectar a simple vista.
O tal vez han caído en el mismísimo agujero negro, en donde la teoría de la relatividad manda, y nadie sabe que ocurrirá al entrar allí.
Tantas cosas se han perdido allí, pero se saben tan lejanas, que es imposible saber que fue de ellas.
Están a miles de millones de kilómetros, pero están. Escondidas en algún lugar desconocido, o transformadas en algo que nadie ve.
Tanto lo inmensamente grande, como lo inmensamente pequeño, son cosas difíciles de ver...
Y quien quiere verlas?
Acaso no vemos solamente las cosas que se nos ponen solo enfrente nuestro?
Como un caballo al que le han tapado la visión, y solo puede mirar hacia adelante, nunca hacia el costado.
Para que mirar hacia el costado...hay tantas cosas que enfrentar, tanto por delante, que simplemente hay que seguir.

Inventemos realidades paralelas que convenzan a ambos hemisferios,  y aprendamos a quitarnos las anteojeras, para saber a ciencia cierta, lo que es en realidad la realidad.

AprilSun

miércoles, 1 de junio de 2011

Día 74: Protocolo espinar

Me quedé en las nubes...
Desciendo rápida y furiosamente, y voy a por al tema que nos imcumbe.
Así de lleno, si, sin prólogo, sin protocolo, sin preludios, sin preámbulos, sin índices, directo de de al quid de la cuestión.
Somos diferentes.
(Me merezco un aplauso de pie, ya sé, acabo de descubrir una gran verdad, si, si, pueden aplaudirme).
Si, cuan diferentes podemos ser las personas, y las diferentes concepciones de la realidad, dependiendo del punto de vista que se mire...no?
Alguna vez estuvieron en algún lugar en el que no se sintieron pertenecientes?
A veces pareciera, que hay personas deben ser ubicadas en ciertos lugares concretos, y si las sacamos de ese ambiente, no saben que hacer, o que decir, como proceder ante ciertas circunstancias. Créanme que no es fácil ser un buen mutante.
A mi me ha pasado. Sentarme a una mesa y no sentirme perteneciente a ese lugar...
Hace unos años me tocó participar de una cena muy importante.
De esas para las que te preparás desde temprano, y pensás que te vas a poner, sin saber exactamente que es lo que te podés encontrar.
Imagínense el poco protocolo que tenía encima, que me basto llegar al lugar para darme cuenta de que no tenía absolutamente ninguna idea de lo que tenía que hacer.
Dejo el bolso en la entrada, y observo el lugar...nunca había visto tanto lujo contenido.
Señorita, por aquí....
Un mozo vestido de punta en blanco (hasta con guantes!!) corre mi silla, y me siento a la mesa, mientras el resto de los comensales empiezan a ver la carta...
Quiero creer que no soy la única terrícola que no entiende las comidas de una carta. Porque créanme, no sabía con cual de todas las opciones quedarme. No por tentadoras, sino por ser puras incógnitas en mi cabeza. Y entre tantas opciones, fui a elegir algo que casi terminó por ser mi perdición.
Nací en Santa Fe, ciudad pesquera si las hay, por lo que pueden saber que comí sábalo, patí, surubí, y otras maravillas del río. Pero no estaba preparada para lo que iba a tocarme.
Como todo plato Gourmet, el plato ocupaba el 80% de mi visión, y el 20% restante, era la comida. En el centro veo un pescadito, tan tierno, tan perfectamente acomodado, que me daba pena comerlo como se debe comer un pescado. Pero me salió mal.
Probé mi primer bocado, y en ese momento me di cuenta que de no estaba comiendo pescado con espinas, sino espinas, con gusto a pescado.
Mi cara ahora mas blanca que de costumbre, intentaba disimular la desesperación. Tenía dos opciones, o sacaba el bocado, lo cual quedaba pésimo, o lo tragaba, lo cual podía hacer que la cena terminara ahí mismo, y yo en el hospital, tratando de que me sacaran la espina.
 Fueron segundos eternos, en que deseaba que nadie me hicera una pregunta... y creo que nunca saboreé tanto un trozo de pescado, pensando en que quizá de tanto masticar, se disolviera, o se cortara en tantos pedacitos que no hiciera daño.
Hasta que no pude mas. Espere el momento justo, en que todos estaban mirando hacia la esquina contraria de donde estaba sentada, y aproveché para deshacerme de la prueba irrefutable de mi mala educación.

Somos diferentes...eso es un hecho. Pero eso es justamente lo que hace las cosas interesantes. Estar en lugares en donde no pensábamos estar, sorprendernos, y tratar de salir airosos de un mal bocado. Al fin y al cabo, todos perseguimos el mismo fin.


AprilSun.

lunes, 30 de mayo de 2011

Día 73: A ver, ahí viene el avioncito.

Después de un fin de semana un tanto melancólico, y atípico para estos tiempos que trotan, he decidido apretar el acelerador. Y me apresuro a ir casi a la velocidad del sonido, por encima de las nubes, y haciendo juegos de luces. Así es como prefiero viajar, y cuando el viaje es en avión, suele ser aún mas emocionante.

Tuve la suerte de viajar en avión por primera vez hace unos 3 años, lo cual era algo increíble para mi. Desde chica los veía pasar como un evento único, que te hacía dejar lo que estabas haciendo, para clavar la mirada hacia el cielo, esperando que se perdiera en el horizonte. Soñaba con algún día estar ahí, y ser yo la que mirara hacia abajo, intentando descubrir como se veían las cosas desde otro punto de vista.
Era tan emocionante! No tenía idea de cuantas horas se necesitarían para prepararse, y de la emoción, recuerdo que llegué 2 horas antes de lo previsto, de las 2 horas recomendadas que hay que estar. O sea, 4 horas antes.
Nada me emocionaba mas que subir, esperar el rugido de los motores, y prepararme para ese envión que te pega al asiento.
Y el momento llegó, creo haber sido la única que escuchó con atención las instrucciones bilingües de la azafata, y miró con emoción la hoja de instrucciones en caso de catástrofe, mientras el momento se acercaba...
No me había percatado de que semanas atrás había visto en en Discovery Channel una seguidillas de programas de "Catástrofes Aéreas" , en el afán por buscar información de todo tipo, acerca de experiencias en avión. Pero esta vez la emoción le ganaba a las mínimas probabilidades.
Con el cinturón colocado, y mi Playmobil haciéndome compañía, observamos despegar el avión del ras del suelo...y todo comenzó a tomar otra forma...
El piso, ahora lejano, iba formando pequeños caminos de luz, mientras observaba la ciudad alejándose de mí.

La segunda vez que viajé, no fue tan placentera como la primera...o quizá tenía que ver con que no tenía el asiento pegado a la ventanilla, y las sensaciones ya no eran las mismas. Las primeras veces suelen ser únicas e irrepetibles.
A uno de mis lados tenía un mexicano, al que no conocía, y que no paraba de hacerme preguntas acerca de donde iba, que estaba haciendo, como me llamaba, y un montón de cosas por el estilo para llamarme la atención. Claro está, que mi atención no se percató de su llamado, y me hice la dormida para que se callara.
Hasta que algo frío, corrió por mi brazo y me despertó.
Un hilo de baba había caído de la persona que tenía de mi otro lado de asiento. Sequé con un poco de asco mi brazo, e intenté incorporarme, para ver cuanto faltaba para llegar.
Era de noche...aún faltaban algunas horas. Después de mucho intentarlo pude dormir, mas con un ojo entreabierto, por miedo a quedarme dormida, y que vuelvan a babearme, o que despierta empiecen a hablarme.

Me salió un versito.
Je, bueno, así somos los intentos fallidos de poetas.

AprilSun.

domingo, 29 de mayo de 2011

Día 72: Causa y Efecto.

Lo predecible de los días cae en tu realidad, casi vencida.
Tus actos, no dan cuenta de los momentos que pudieron haber sido.
Nada es mas simple, ni mas complicado, que lo que puede decirse sin palabras, sin gestos, sin nada.
La misma estela de efectos que vas dejando a tu paso, es la que acaba por vencerte, pudiste haberte incorporado prontamente, mas no, decidiste continuar, hasta ver tu desenlace.
Cuantas veces contaste las ideas de aquellos momentos poco memorables, que ahora se entrecruzan en tus pensamientos, en tus actos, en tus decisiones.
Y esperas que algo cambie, esperas nada siga su curso, como hasta ahora lo ha hecho, y esperas la llegada de un nuevo día, cerciorándote que cada nuevo día, traiga aparejados nuevos momentos, nuevas sensaciones, que poco quieres entender.
Estamos ante el momento culmine, aquel que solo puede ser observado por el espectador, mas no por el protagonista, que tantas veces hizo ficción de su realidad.
El desconocimiento de las causas, los momentos inciertos, el paso de los días, en todo te ves reflejado, mas no te identificas con las causas, tan alejadas a vos.
Y aún no lo has derrotado, pero no te detienes. Lo que no ves, te parece ausente, inerte, como si no existiera, como si no se percatara de tu presencia, ni de tus momentos, ahora, tan importantes como las causas que lo han provocado.
Pero cuenta la historia, que a pesar de todo, supo valerse de su realidad, para enfrentarla, cada día, para no detenerse, para que a pesar de conocer las circunstancias, todo siga su curso, el curso dispar de sus ideas, ahora entremezcladas, pero tan verdaderas e importantes como el final que persigue.

Y aunque pueda no entenderlo, persigue sus momentos, anhela, vive, siente. Y en ese mismo momento, todo cobra sentido.

AprilSun.

sábado, 28 de mayo de 2011

Día 71: Él.

Ves "Mina"? "Ese es mi sueño", me decía, mientras me señalaba en una vieja revista las pirámides de Egipto. Algún día me gustaría conocerlas. 

Para comenzar a escribir, debería ponerme en el ambiente correcto...
Una radio retro, luces bajas, y una mirada perdida...hacia el mas acá.

Hoy voy a hablar de un hombre importante.
Tranquilo Obama, tranquilo Berlusconi. No es con Uds.
Es aún mas importante...
Aunque ahora que lo pienso...creo algún paralelismo existe, en el inconsciente colectivo de mis cercanos, que tanto ha dado que hablar...
Vieron como son las familias, todos los escándalos que vemos en las revistas, siempre se reproducen en menor escala, en algunos de nosotros. Y mi papá no planeaba ser la excepción.

Un Sexsymbol con tintes melancólicos. Así es mi Pá. Y parece que era un combo irresistible a las mujeres, porque se volvían insoportables. Creo que perdí la cuenta de todas las novias que tuvo. Y de las veces que ellas intentaban complacerme... regalándome cds, comida, y teniendo charlas con la poca onda que yo les proporcionaba. ¿Que te gusta hacer? Nada. ¿Así que te está yendo bien en la escuela? Si. ¿Y no tenés novio? ¿Te gusta algún chico? Eeh...yo me voy de acá. 

Recuerdo las charlas interminables con mi Pá, en el Garage, que hacía las veces de dormitorio, pidiéndome consejos acerca de que debía hacer con sus novias. Era muy chica claro, para entender de temas sentimentales, pero como ninguna me caía bien, la respuesta siempre terminaba siendo la misma: No te conviene. 
Soy consciente de que fui una adolescente insoportable, si con alguien me las agarraba, ese siempre era mi Pá. Bueno, así también es un poco la adolescencia, te pasan miles de cosas y no sabés porqué, y la persona que tenés mas a mano termina siendo quien canalice tus enojos.  

El creció conmigo, me enseñó a volar con la imaginación, y a pensar que hay cosas mas allá que pueden alcanzarse si tenemos las suficientes agallas para enfrentarnos a ellas. Nos fortalecimos en cada problema, y a pesar de que las cosas quizá no sean perfectas, logró que me sienta orgullosa de ser quien soy. Me enseñó el valor de las ideas, y a seguir adelante. 

Hoy me encantaría tenerlo conmigo, para darle un fuerte abrazo y decirle cuanto lo quiero y extraño. Estamos lejos, es verdad, pero hoy te siento mas cerca que nunca.

Feliz Cumpleaños Pá.


AprilSun.


jueves, 26 de mayo de 2011

Día 70: Super Bycicle

Nos reunieron en el salón. Parecía cual secta esperando por la aparición de su líder, pero no, el era aún mas extravagante, y no iba a pasar desapercibido por los demás así como si nada. Así era Valsagna.

Eran días de calor, pero de mucho calor. A veces me pregunto porque en Baires la gente se sofoca con 37º. En Rafaela, eso es una ganga. Al menos 40º promedio todos los días, y parece que el 70% del agua del cuerpo se evaporaría con solo salir a hacer un mandado.
Dejé mi bicicleta roja en la puerta, la trabé con cadena y candado, y sin esperar mas entré, y me senté a esperar.
Al cabo de unos minutos, llegó.
Lo miré...y volví a mirarlo. Acaso estaba viendo una escena de "Baywatch"? No.
Todos habían ido a la entrevista tan formales como pudieron, pero créanme, que en este momento querían cortarse las venas con su CV.
Se presentó, Camisa Floreada, pantalones cortos, de lo mas estrafalarios, ojotas, y porte que denotaba que nada podía hacerle frente. Soy...Alberto y voy a mostrarles el mejor producto que van a tener en sus manos....
Me sentía en medio de una propaganda de George Foreman. Acaso me estaba vendiendo? Me estaba queriendo convencer de algo? Se trataba de un nuevo invento revolucionario que cambiaría nuestras vidas para siempre? O simplemente era alguien con la capacidad de demostrarte que todo lo que necesitabas estaba en sus manos? Eso era...y yo tenía que convencerme y convencer a los demás de que era así...

Pasaron los días, y ya estábamos preparados para salir. El nuevo "invento revolucionario" era un Diario de "SuperClasificados", una guía donde la gente iba a encontrar todo lo que necesitara, y yo era una de las tantas responsables de que el diario no salga con páginas en blanco.
Y empecé a pedalear la calle, había que encontrar nuevas víctimas. Tengo que decir que corría con suerte, o sabía convencer muy bien, porque siempre volvía con alguna que otra orden.

Cada tanto, Valsagna nos daba algún cliente importante para visitar, ese que hacía la diferencia entre un sueldo tranquilo, y uno estresado. Estaba en mi día de suerte, hoy me tocaba a mi, y no iba a perdérmelo por nada del mundo.
Bueno, me dijo, este cliente es muy importante, es un supermercado, y puede llegar a comprar una página...el resto no recuerdo que fue, pero solo se que asentí con mi cabeza, y le dije que iría esa misma tarde.
Comencé a pedalear, el día anterior había llovido, pero nada iba a detenerme. Sabía que aunque quedara un poco lejos, el esfuerzo valdría la pena. Pasó media hora, 45 min, 1 hora...y yo seguía pedaleando. Me había encontrado con la ruta. Cuan lejos podría estar? Vamos, ya debo estar cerca. Me paré, tomé un descanso breve, y volví a subir a mi bicicleta. De repente cada vuelta de pedal se me hacía eterna...el guardabarros se me había llenado de barro.
Y ahora que hago?
Seguí caminando, con mi bicicleta ahora a mi costado, y vislumbré a lo lejos un hotel. Un hotel caro, muy caro. Ya nada me importaba, estaba tan jugada...que caminé hasta ahí, estacioné mi bicicleta y entré al hotel.
Cansada, transpirada, roja, con manchas de barro en la cola y con una cara de desesperación entré y pedí un teléfono, necesitaba llegar a ese cliente como sea. Pregunté si estaba muy lejos la dirección y me dijeron que aún faltaban algunos kilómetros más.
"Eh..Alberto? Bueno, estoy acá en el Km... me podés pasar a buscar para ir lo de..."
El resto es historia. Esperé con mi bicicleta roja, llena de barro, enfrente del hotel lujoso a mi jefe, escondimos la bici, y aproveché el vientito de la ventana para refrescarme.
Pero le vendí la página.

Y al final, cada ruta tiene su destino.

AprilSun.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Día 69: Pase Ud, No...después de Ud.

Como detesto los días de congestión nasal.
Y..era casi predecible...después de haber pasado tanto tiempo bajo la lluvia, no hay vacuna contra la gripe que haya podido evitar este desenlace mocoso.

Hoy decidí escribir sin un porqué. Y si lo hubiera, sería un "Porque si". Después de todo, las razones se van formando a medida que va andando el camino. Como dice un gracioso refrán que escuché hace poco: "Andando se acomodan los melones" (y bue, a mi me hace gracia cada cosa) .
Y es que a veces nos hace falta concentrarnos en vivir mas lo que nos está pasando, que consumir las energías buscándole una explicación. A veces ni las tienen. O si las tienen no las entendemos, o no queremos entenderlas.
Que complicados somos los seres humanos. Y que filosóficamente filosa estoy hoy.

Nunca supe expresar las ideas de una manera...como decirlo..."formalmente correcta".
Me crié en un ambiente simple, sin demasiadas formalidades...donde no hacía falta pedir una cita en el calendario para tomar unos mates. Bastaba con golpear las manos, pedir permiso, y pasar. El resto casi nacía naturalmente.
El sodero del barrio, la máquina que pasaba mojando las calles de tierra para mitigar el calor, las latitas de duraznos pegadas con alambre a un palo de escoba que servían para sacar el agua de la zanja,  los baldes llenos de bombuchas esperando por una nueva víctima (donde siempre terminaba siendo yo), los paseos en bicicleta, las noches donde una rama de paraíso servía servía de "Raid" para espantar los mosquitos, y las tardes de lluvia que eran la excusa perfecta para comer tortas fritas...
Y estas son las cosas atemporales que prefiero atesorar.

Hoy quiero concluir mi día con una frase célebre de mi papá, solía decirme que debía ser locutora, porque cuando empezaba a hablar no paraba mas. Así que aquí va:

"Hacela Corta".

No siempre hacen falta tantas palabras para expresar aquello que debe sentirse...

AprilSun,

martes, 24 de mayo de 2011

Día 68: Miss Empatía

No siento las manos. Afuera llueve, y tengo una estufa que solo tira calor si ponés las manos perpendicularmente adonde sale. De otra manera, hace frío. Y después de haber esperado el colectivo durante una hora bajo la lluvia...hace mas frío.
Espero por la comida, hoy no cocino. Hoy pedí comida china.
Entre tantos nombres raros chaw, chun, chin, chan, mi vista selecciona lo mas familiar "Spring Rolls" (entre paréntesis aclaraba: "Arrolladitos de carne y pollo")
Espero...
Miro mi pantalón. Tiene un agujero.
Aún recuerdo como hice ese agujero. Estaba caminando hacia la parada del colectivo, muy apurada, con la mirada al frente y paso firme. De repente mi vista comienza a descender, a la par que mi rodilla pega con la vereda. Nadie observa, nadie se ríe, nadie ayuda, una señora de lo lejos me pregunta si estoy bien. Si, eso creo le digo. Mientras intento disimular la cara de sufrimiento ahora ya aparente. Me levanto y sigo, acá no ha pasado nada. Solo estoy a la moda...y ese color rojo, bueno, solo es un tinte.
Vuelvo a mirar la hora.
Son las 22.03. Y mi comida china no llega.
Espero....
Miro hacia el costado. Tengo muchos libros a medio leer, recostados unos sobre los otros mirando hacia el este.
Eso me pasa por ser tan impulsiva, ni siquiera llevan un hilo específico...libros de programación, de historias sobre X-Files, la colección del café de los científicos, muchas revistas de National Geographic, libros de canto, y algunos de esos libros que no se porqué capsu compré. Pero que ahí están. Recostaditos.
Vuelvo a mirar la hora. Ahora son las 22.06.
Espero...............
Afuera llueve.
Tengo hambre.
Espero...
Pienso...que mas puedo escribir para matar el tiempo?
O para...matar el hambre?
O para...engañarlo?
Pero...como engañamos al hambre? Oh! Espero que el hambre no se entere de que voy a comer un bocadito! Ya es tarde, el hambre se da cuenta, de que fue cruelmente engañado y se retira. Y ya no sentimos que está. Ya se fué.
Pero esta vez no hay bocadito con que engañar a mi estómago. Esta vez le seré fiel. Hasta que lleguen mis gloriosos arrolladitos chinos, claro.
Vuelvo a la estufa, mis manos se enfriaron de tanto escribir.
Ya les volví su color natural, puedo proseguir.
Si tuviera unos guantes decentes...me los podría poner.
Pero no, heredé los dedos de ET de mi abuela y mi mamá, y no hay guantes tan mágicos que resistan lo largo de mis dedos. Como sea que fueran, se rompen. Estoy considerando para este invierno el look Michael Jackson. Después de todo, es lo mas barato, les corto las puntas y asunto resuelto.
Son las 22.17.
Espero..........................................................
Vuelvo a mirar a mi alrededor y me doy cuenta que necesito una mascota. Tengo demasiados adornos de animalitos. Aunque no en este momento. Si tuviera un perro en este momento querría comer mis arrolladitos chinos. Así que no.
Recuerdo la primera vez que comí comida china...creo que nunca pasé por tantas emociones, ni mi cara quedó de tantos colores como cuando fui probando los diferentes bocados. El pescado crudo es difícil de digerir, mas siendo tan especial para las comidas (traducción: muy malcriada). Luego ese recuerdo picante...y mis ojos se llenaron de lágrimas. Y bueno, había que probar todo.
Pero esta vez no, esta vez vamos a lo seguro.

Llegaron mis arrolladitos.
Me fuí.

Aprilsun.

domingo, 22 de mayo de 2011

Día 67: Te vendo fruta

Hoy soñé que una conocida mía decidía colocar una verdulería, y yo le daba recomendaciones al respecto de que cosas tenía que tener en cuenta, y que cosas no. El barrio donde se encontraba dicha verdulería era precario, pero parecía que era justo lo que estaba necesitando. De pronto comienza a llenarse de adolescentes, que vienen a hacer los mandados, y una música electrónica empieza a sonar desde el costado de la verdulería, luces de colores encienden las verduras de colores psicodélicos, convertiéndose en la verdulería con mas onda que haya existido. En ese mismo momento despierto.

Cuando estaba terminando la secundaria recuerdo que el primer trabajo que tuve fue el de ser verdulera.
Tenía en ese entonces unos 17 años, estaba terminando la secundaria, y necesitaba algo de cash para financiar mi verano, así que decidí ayudar a mi hermana en este nuevo emprendimiento en el que se embarcaba.

Recuerdo aquel primer día, en que, sin siquiera saber la diferencia entre el puerro y la cebolla de verdeo, me largué a atender.
Convengamos que no era una tarea muy difícil, te piden, les das, les cobrás y se van. Y el proceso se repite una y otra y otra vez.
Casi sin pensarlo, me había convertido en una experta en vender verdura (no es por nada que puedo hablar casi de cualquier cosa).
Desde mi humilde posición, con un trato igualmente cordial para cada uno de los futuros comensales, despachaba mis mejores bolsitas de mercadería. Podría decir que después de tanto tiempo, podía conocerlos a cada uno de ellos, si venían obligados, si estaban haciendo dieta, si estaban por preparar la comilona del mediodía, o si simplemente, querían repetir la rutina de todos los días.

Las caras variaban, pero en esencia, siempre me encontraba con el mismo tipo de personas....

La parejita feliz: Esos que vienen juntos, se van juntos, acuerdan hasta cuantos tomates hacen falta para la ensalda, llevan todas las frutas de temporada, y no reparan en gastos. Son lo mejor de lo mejor. No molestan, no tocan, no cuestionan, no nada. Gastan mucho y se van.

La señora toquetona: Y las hay por miles, se reproducen segundo a segundo y están esparcidas por cuanta verdulería de barrio encuentres. Si. Esa que piensan. Es aquella señora que necesita palpar absolutamente todo lo que va a llevar. Que rapido pierdo la paciencia. Te pregunta: "El tomate como está?" mientras aprietan con sus dedos la consistencia, hasta ese momento firme, para luego decirte..."¿No tenés algo mas maduro? Les das algo mas maduro, y te dicen "No tenés algo mas fresco?". Y si está en el punto justo, es demasiado caro.
La naranja es dulce? Si señora...es dulce... (es una naranja!!!!!!!!!)
Si, vamos a hacer justicia. Todas las marcas y las zonas picaditas que ven las manzanas, duraznos (Como odiaba que me tocaran los duraznos!) y bananas, son producto de dichas señoras. He dicho. Ni hablar de cuando me hacían calar la sandía y no la llevaban...


El marido mandado: Es de lo mejor, luego de la parejita feliz, ellos no plantean nada, solo compran lo que les dijo su mujer. Generalmente no saben cuanta cantidad deben llevar de cada cosa, así que compran en demasía (es mejor que sobre y no que falte, no?).

El papelito del nene: Son de lo mas tierno. Esos nenes que vienen con la listita de la madre, a comprar lo justo, ni un gramo mas, ni un gramo menos. Llevan abolladita en su mano la plata necesaria para pagar, junto con una lista donde se le indica minuciosamente el pedido: 1 limón, 2 tomates, 3 cebollas y una plantita de lechuga. Una variante es el nene sin lista, que suele volver a los 10 minutos a cambiar lo que compró.

Miss Fifí: La señora muy bien vestida que viene a preguntar justo aquello que no hay. Así como llega se va. Punto.

Que decir del mercado de abasto...
Siendo mujer, así vayas con el pantalón mas amplio y la remera mas desdeñada que tengas, igual van a mirarte. Resaltas porque estás en un ambiente varonil, y quieras o no, van a querer comerte como una sandía en pleno enero. Recuerdo que iba con mi hermana, alquilábamos un flete, e íbamos a hacer las compras para los siguientes días. Había que andar con cuidado, no faltaba aquel que te mostraba el oro en polvo, y cuando levantabas la primer naranja del cajón el único polvo que había era el que salía de la naranja podrida.

Levantarse temprano, lavar las verduras, acomodar siempre las frutas mas perfectas al frente, escribir con tiza los carteles, cambiar los precios con papelitos pegados a cada estante, y tratar de convencer a cada cliente de que estaba llevando lo mejor de lo mejor..era mi trabajo de cada día por aquel entonces.

Con esto tengo mercadería suficiente hasta mañana. Estoy satisfecha.

AprilSun.

sábado, 21 de mayo de 2011

Día 66: A creer, que se acaba el mundo.

Porqué aquellas cosas que no se pueden explicar suelen generar ese desconcierto que lleva a las personas a sentir temor?
Y en eso están basadas muchas de nuestras creencias. Creemos, que por mera descendencia de hábitos, mañas,  supersticiones, cábalas, o cualquier otra cosa, hay cosas que no se pueden plantear.
Y cuantos de nosotros nos sabemos inmersos en tantos discursos innecesarios? En que, si hacés esto, te pasa lo otro, y si no lo hacés te puede pasar esto, y cosas por el estilo.
En contra de mi ascendencia voy a desafiar a la superstición. Y no es que tenga unos guantes de box y una buena preparación para hacerle frente, simplemente que soy una buscadora incansable de respuestas que vive preguntándose porque pasan o se hacen las cosas.

Voy a contarles algo.
Espero que no esté tan amnésica y no lo haya contado.

Recuerdo que cuando era chica, alrededor de los 8 o 9 años, mi papá solía llevarnos hasta el videoclub que estaba a dos cuadras de mi casa, para que cada uno nosotros (mi papá, mis hermanos y yo) elijamos las películas que queríamos en el fin de semana.
La idea era emocionante, recorrer cada uno de los pasillos del videoclub, y elegir la película que quisiera!
Claro...que el videoclub tenía nada mas que dos pasillos, y las películas que yo podía mirar se encontraban debajo, en un rinconcito de uno de esos pasillos. Como sea, siempre había alguna película para ver, o rever.
Si levantaba la vista, podía ver otros géneros, que no importaban, pero en los que ahondaban con gusto especialmente mi papá y mi hermano.
La cuestión es que, acabada la visita al videoclub, cada uno volvía bajo el brazo con la película que había seleccionado.
La función había comenzado, todos a sus puestos. Primero mi película, había que sacarlas de encima. No me pregunten porqué, pero yo me quedaba a presenciar las funciones de los demás...que constaban de películas como "El holocausto Caníbal", "El loco de la moto sierra" entre otras.
El sufrimiento, el dolor y el miedo, eran adjetivos comunes a todas estas películas. Contrarios a los valores de mis películas, donde todo era alegría, canciones y finales felices. Ambos recuerdos igualmente imborrables.
Es raro, porque a pesar de todo, y de mi corta edad, yo podía presenciar esas películas sin ningún problema. Aunque no sabía que esas imágenes iban a dejar recuerdos perdurables a la hora de dormir. Al poco tiempo ya no podía hacerlo, o si lo hacía eran pesadillas, y temía que al apagar la luz vendría alguien y me hiciera daño, y creía que esa gente tan  malvada podría existir a unos pasos de mi habitación. Poco tiempo después, todo se había ido, incluidas mis ganas de volver a ver películas de terror, cosa que no he vuelto a hacer hasta  hoy.

Esto es un claro ejemplo de que podemos ser sugestionados casi por cualquier cosa, y que muchas veces nos vemos inmersos en una maraña de palabras como, no me pases la sal en la mano, no pases por abajo de la escalera, no mires un gato negro, no rompas un espejo, no, no, no...
Cuantas cosas nos han impuesto? Cuantas gente sigue a referentes que suelen aprovecharse de su ingenuidad para inculcarles ideas basadas en la nada misma? Cuantas veces mas vamos a darle mas atención de la que se merece a eventos tan pintorescos como la múltiple destrucción del mundo?

Es tan gracioso...! Mientras cada año salen películas catastróficas sobre 20.000 maneras de destruir el mundo, a la par tenemos nuevas teorías acerca de cuando llegará el fin. Tan entusiasmados están con la idea? Tantas ganas tenemos de que la ciencia ficción que nos muestra Hollywood se haga realidad?
Parece que si!!

Por hoy no mas declaraciones de esta Presidenta de su Blogger. Ampliaremos.

AprilSun

jueves, 24 de marzo de 2011

Día 65: Volver con la frente florecida

He vuelto a mi recóndita guarida desde donde intento develar aquellos misterios jamás revelados.
Desde esa jungla en la que a veces me inmerso tantas veces, y desde la cual quisiera contar tantas cosas...
Han pasado tantas cosas! A veces parece que las horas se pasan tan rápido, y quisiera aprovecharlas al máximo, aunque en ese afán, a veces pierda de vista cosas tan simples que hacen que me diga que cosas son valiosas de verdad....

Este es mi blog, olvidado, en el rinconcito de los jubilados, esperando por su pensiòn mensual, que hace tanto que no recibe...
Ya veremos que pasa con estas cosas.
Por lo pronto, puedo decir que me siento mas tranquila, porque las cosas de a poco se van acomodando.
Siento que el valor de las palabras ahora es mas fuerte que antes, que las cosas realmente se vuelven valederas cuando aprendes a contarlas, y a sacar ese peso q a veces sentís que te agobia.
Muchas veces siento eso. Y dejenme decirles, es una lucha constante, entre la buena onda, las energías positivas y toda esa parafafula que tantos dicen, y la verdadera realidad que se vive a diario.
Soy consciente que hay que aprender a ver las cosas de otra manera, de otra manera, no es vida.
Pero a veces prefiero verlas de alguna manera mas realista, y lograr ese equilibrio entre lo melancólico y lo hiperfeliz, porque soy así, porque es lo que me sale, y no encuentro otra manera de expresar las cosas.

La semana que viene empiezo Violín...estoy feliz por eso! Son emociones nuevas, y como buena insoportable que soy con toda cosa nueva no voy a parar hasta sacarle un sonido mas o menos decente...

Esto me está gustando.

Creo que me verán mas seguido...

AprilSun.

martes, 25 de enero de 2011

Día 64: 1/4 a 1/2

40 grados y yo escribiendo un blog. De a momentos voy a la pieza, para refrescarme un poco, como quien sale del agua a tomar aire y vuelve a zambullirse.
Aquí estoy, volviendo a escribir, una vez mas, después de tantas idas y vueltas...
Siempre digo que debo actualizar un poco mas seguido, es verdad. El tema es que no siempre se conjugan correctamente los momentos en que tengo ganas de escribir, y los momentos en que salen las palabras.
A veces las palabras simplemente se amotinan en un rincón de mis pensamientos, y ellas, negadas a salir, piden un soborno a cambio. Yo no cedo, y por consecuencia, no escribo.
No, no estoy loca. Si hablo permanentemente de paralelismos, es porque en algún punto las cosas se unen...como cuando sin entender el porqué, después de mucho tiempo logramos hilar porque han pasado las cosas.
Hace unos días me estaba acordando de alguien...
Si que te recuerdo. Y no es de mis recuerdos mas gratos, claro está. Está en los espacios recónditos de mi cerebro que algún día quiere encontrar para simplemente decirle lo que pueden producir sus palabras, sus hechos, y para saber, porque no, si las consecuencias de los actos a largo plazo tienen algún efecto nocivo para quienes las producen.
El burlón de la clase de mi grado. Recuerdo que se burlaba de quien tenía cerca, no importaba si eras gordo, delgado, lindo, o simplemente, como yo, llevabas cada día el mismo peinado de cola de caballo, porque mi abuela no sabía peinarme de otra manera. Y yo, tampoco me daba mañas para hacer otra cosa...decente.
Los chicos se burlan...que novedad. Los grandes disimulan, o peor aún, usan la ironía, no se que prefiero, si las palabras hirientes, pero de frente, o la radiografía panorámica completa que realizan algunas personas en cuanto te das la vuelta.
Los chicos son así...tal vez no sea tan así. En la medida que vamos creciendo aprendemos nuevas técnicas, vamos perfeccionando el arte de despellejar a sangre fría y sin anestesia.
Los chicos dicen la verdad...pero la verdad a veces duele. Y si duele, para que producirla?
Que disyuntiva...
La verdad es subjetiva, y cada uno de nosotros la vive de manera diferente. Su verdad puede ser una mentira a ojos de los demás. Pero verdad al fin, porque admite ser una mentira. Peor es vivir en la ironía de mostrarse absolutamente bien el 100% del tiempo. Vamos, eso no existe.
No me banco los que dicen estar "up" all day. Déjenme desconfiar, pero algo esconden. Los altibajos existen, y son tan reales como que un oso se viste de oso toda la semana, y no de jogging los días de semana.
No se pueden reprimir los momentos tristes. No se pueden esconder, no se pueden perder. Todas aquellas cosas que opacamos se van guardando en aquel pequeño cuarto lleno de cosas inservibles, que poco a poco se va llenando, y que necesita limpiarse de vez en cuando....

Ya son demasiadas ramas para un día. Por hoy he trepado demasiado.

AprilSun.

martes, 11 de enero de 2011

Día 63: Y quizá por eso nunca sepa

Siento que todas las marañas de palabras que se escribieron a lo largo de estos años, arrojaron un saldo que solamente redondeó lo que se estimaba, aunque no superó la espectativa de mi espectante interior.
Algo se perdió en el camino, y es de esas piezas indispensables, como cuando en medio de una carrera los cordones se desatan. Se puede seguir corriendo, aunque en algún momento la caída es inevitable.
Y así como las caídas traen también la fortaleza para levantarse, muchas veces es necesario cambiar el cordón que las produce.
O quizá sea necesario andar descalzo, libre de preocupaciones, de culpas, de enojos, de imprevistos inciertos y angustiantes, y de todo lo que nos rodea que a veces parece complotar para cambiar un día por otro, y por otro, sucesivamente.
No se si las palabras llevan a algún lado, no se si el desargo literario ayuda a mitigar las consecuencias, tal vez sea solo una manera de sobrellevar las cosas.
Y cuando no se puede escribir, o no se tiene una manera de transmitir aquello que se sabe abstracto, entonces hay que empezar a volar con la imaginación, aunque tarde o temprano se tenga que bajar al nivel del mar.
De todos modos, me hace bien, aunque no sepa si quiero seguir o no haciéndolo.
Esto de que "que es parte de la vida" no me lo creo, las experiencias son personales, y nadie puede saber a ciencia cierta sentimientos tan individuales. Nadie es igual al otro, nadie quiere ser igual a otro, ni nadie quiere ser comparado por los juicios implacables de la verdad parcial, aquella que solo es vista por el observador, y que juzga desde su posición lo que ve o siente, sin saberse el contexto o las causas determinantes.

Quizá por eso nunca sepa porque escribo mi blog, después de todo, tal vez no haga tanta falta sumarle a los juicios ajenos un autojuicio que sumado a los propios existentes, solo exacerben el contenido real de uno mismo.

AprilSun.