domingo, 2 de septiembre de 2012

Día 87: Realidades Perpendiculares

Esos cambios.
Esos pequeños cambios.
Esos pequeños cambios que alteran nuestras vidas al punto de dejarlas obsoletas, dándoles un nuevo sentido, anulando los sentidos, percibiendo lo que no se ve.

Y se espera.
Se espera como nada.
Se espera como nada de lo que hayamos imaginado, y nos asombra, nos aterra, nos ilumina, nos apesadumbra, porque así son las cosas, así deben ser, porque así las formamos.

Con tus irrealidades.
Con tus irrealidades absolutas.
Irrealidades absolutas que salen de aquellos lugares donde nunca nadie ha entrado, donde parece que lo que se observa no se observa, se aprecia, se asimila, se ama.

No tengo mucho.
No tengo mucho realmente.
No tengo mucho realmente, porque todo se ha mudado a lo imaginario, lo inconsciente. Ha hecho sus valijas y se encuentra en la estación, entre dos mundos ambivalentes, enfrentados entre si.

Y entre medio.
Entre medio de tus cosas,
Entre medio de las mías.
En el centro exacto donde el equilibrio pierde el control, donde la calma no sabe dominarse, y lo absurdo cobra sentido.

Y es que nada se queda.
Y es que nada se va.
Y es que la nada es justamente eso que todos buscan, y nadie encuentra.
Porque la nada misma, en si misma no lo es.
Porque en el mismo momento en que se deja ver, se desarma.

AprilSun.

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