martes, 25 de enero de 2011

Día 64: 1/4 a 1/2

40 grados y yo escribiendo un blog. De a momentos voy a la pieza, para refrescarme un poco, como quien sale del agua a tomar aire y vuelve a zambullirse.
Aquí estoy, volviendo a escribir, una vez mas, después de tantas idas y vueltas...
Siempre digo que debo actualizar un poco mas seguido, es verdad. El tema es que no siempre se conjugan correctamente los momentos en que tengo ganas de escribir, y los momentos en que salen las palabras.
A veces las palabras simplemente se amotinan en un rincón de mis pensamientos, y ellas, negadas a salir, piden un soborno a cambio. Yo no cedo, y por consecuencia, no escribo.
No, no estoy loca. Si hablo permanentemente de paralelismos, es porque en algún punto las cosas se unen...como cuando sin entender el porqué, después de mucho tiempo logramos hilar porque han pasado las cosas.
Hace unos días me estaba acordando de alguien...
Si que te recuerdo. Y no es de mis recuerdos mas gratos, claro está. Está en los espacios recónditos de mi cerebro que algún día quiere encontrar para simplemente decirle lo que pueden producir sus palabras, sus hechos, y para saber, porque no, si las consecuencias de los actos a largo plazo tienen algún efecto nocivo para quienes las producen.
El burlón de la clase de mi grado. Recuerdo que se burlaba de quien tenía cerca, no importaba si eras gordo, delgado, lindo, o simplemente, como yo, llevabas cada día el mismo peinado de cola de caballo, porque mi abuela no sabía peinarme de otra manera. Y yo, tampoco me daba mañas para hacer otra cosa...decente.
Los chicos se burlan...que novedad. Los grandes disimulan, o peor aún, usan la ironía, no se que prefiero, si las palabras hirientes, pero de frente, o la radiografía panorámica completa que realizan algunas personas en cuanto te das la vuelta.
Los chicos son así...tal vez no sea tan así. En la medida que vamos creciendo aprendemos nuevas técnicas, vamos perfeccionando el arte de despellejar a sangre fría y sin anestesia.
Los chicos dicen la verdad...pero la verdad a veces duele. Y si duele, para que producirla?
Que disyuntiva...
La verdad es subjetiva, y cada uno de nosotros la vive de manera diferente. Su verdad puede ser una mentira a ojos de los demás. Pero verdad al fin, porque admite ser una mentira. Peor es vivir en la ironía de mostrarse absolutamente bien el 100% del tiempo. Vamos, eso no existe.
No me banco los que dicen estar "up" all day. Déjenme desconfiar, pero algo esconden. Los altibajos existen, y son tan reales como que un oso se viste de oso toda la semana, y no de jogging los días de semana.
No se pueden reprimir los momentos tristes. No se pueden esconder, no se pueden perder. Todas aquellas cosas que opacamos se van guardando en aquel pequeño cuarto lleno de cosas inservibles, que poco a poco se va llenando, y que necesita limpiarse de vez en cuando....

Ya son demasiadas ramas para un día. Por hoy he trepado demasiado.

AprilSun.

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