domingo, 18 de marzo de 2012

Día 83: No vives de ensalada.

Los domingos son extraños, un tanto atípicos.
Dependiendo de como hayas pasado el resto de la semana, pueden transformarse en tardes de Kurt Cobain, o en días de Picnic a lo familia Ingalls.
También podemos haber vivido el domingo dentro del sábado, esos días en que la almohada nos abraza con 40 grados de calor, y no nos importa. Para que importarnos cuando nuestro mundo pasa a ser el onírico?

Sin importa las razones, los domingos son así, revelados del resto de la semana. 
Luchando a muerte con su archienemigo, se enfrenta en una batalla épica con el nunca bien ponderado Lunes, tratando de estirar lo inevitable, sabiendo muy bien que cada nuevo día tomará el control una vez por semana. 

En esa vorágine de los domingos, es que decidí cocinar Milanesas.
Me apresuro al mediodía, semi-despeinada, tratando de que no me cierren los chinos, o el kiosco de la vuelta.
En estos días la gente llega en 2 turnos, los que se levantan temprano para apreciar las mañanas y tomar un desayuno que te da energías para toda la semana, y nosotros, los que nos levantamos al mediodía y abrimos la heladera pensando de que manera se combinar un cuarto de morrón, 2 papas y un queso rallado sin abrir.

Salgo de mi casa, pensando que quizá todo se acomode de manera estratégica para que nadie haya en cada lugar donde tenga que ir. Pero no, me encuentro con el segundo turno de gente despeinada que se levanta al mediodía, y tengo que esperar.
Me quedan 20 minutos, y aún me faltan compras por hacer.
En estos momentos es cuando recuerdo los dichos de mi abuela "nena, sos un talón con ruedas". Así que calibro mis pies a máxima velocidad, y enfilo para el kiosco de la vuelta de mi casa.
Bien. Esta vez no hay nadie en el kiosco, pero veo a una chica caminar hacía mi mismo destino, y nos enfrentamos en una carrera para ver quien llega primero al kiosco. No me dan los pies para llegar antes que ella, pero esta vez me gana. No se puede luchar contra la gente del primer turno, tienen mas energías que el Tigre del Cereal.

Como que no tiene aceite???
Ahora si, la que está en el horno soy yo, y no mis milanesas.
Me queda una última opción, y son los chinos.
Los chinos son la única especie en el mundo que suele tener una aprendizaje volátil del Español. Las palabras "vencido" o "caro" suelen activar en ellos una amnesia temporaria que los deja en el piloto automático del "Na-entendo".
Con el aceite Patito en mis manos, y desacelerando ahora mis pasos, ahora vuelvo a casa feliz, de haber cumplido una vez mas, la carrera inevitable de los del segundo turno de los domingos al mediodía.

See you on Mondays, baby.


AprilSun.

1 comentario:

  1. Cuando tengas que comerlas al horno, como hago yo desde hace bastante tiempo, se terminarán estas angustias.
    Y probablemente la heladera esté llena... de alimentos que te están vedados.
    Muy ocurrente y creíble.
    Saludos, AprilSun.

    ResponderEliminar