Día 55: ¿A que hora cierran? Después vuelvo.

Ayer, después de mucho tiempo, decidí salir de compras. Aproveché que trabajé solo mediodía, y después de una semana complicada me dije: "¿Porqué no darme un gusto y comprarme alguna cosita?".

"Comprarme alguna cosita", si claro, que ingenua que soy.

En el maravilloso mundo de Moreno, tal vez, se consiga alguna buena oferta que no se descosa con el primer lavado, pero en este mundo no, y créanme, no necesité mucho tiempo para dar con esa ingrata sorpresa.

Comienzo a caminar, y me doy cuenta, que los precios están en la estratosfera. Según me dijeron, decidieron salir de las nubes, porque eran demasiados y querían tener una mejor vista de nosotros, pobres ingenuos, que miramos hacia arriba, esperando que bajen por nosotros.

Y llega el invierno, y las ofertas de verano se hacen notar. Siempre pienso el viejo consejo que una vez me dieron "Comprá ropa de invierno en verano", "Comprá ropa de verano en invierno". Para que capsu quiero un bikini en abril? Y para que quiero un árbol de navidad en enero?

Hay personas que pacientemente, compran y prevén ya su temporada 4 meses antes de que comience el invierno, y, aunque son los menos, son los mas inteligentes de este asunto.

Yo me encuentro del otro lado, del montón que, cuando refresca un poco se da cuenta de que no tiene ninguna campera decente para ponerse, y decide salir en ese momento, cuando todos los vendedores están como aves rapaces esperando que cruces sus puertas de vidrio para dar el zarpazo.

Esto me recuerda a un local de zapatos que está perfectamente ubicado en la mitad la avenida principal. Es un local barato, alguna vez me he comprado unas botitas que pasados 2 meses ya tenían ventiluz por los costados, cosa realmente grave en pleno Agosto. La calidad de sus calzados es realmente pésima, pero siempre encuentran nuevas víctimas. Sus vendedores se encuentran siempre en la puerta, alineados perfectamente , esperando a que pases la línea que te pasa de espectador a comprador. Hoy no pienso cruzar esa línea, hoy, no me agarran.

Sigo caminando, y entro a una perfumería por una crema, que tan complicado puede ser?. Complicado? Es imposible! Quitando el tema de los precios, me paso 15 minutos observando las diferentes propiedades de cada producto, una para antes de dormir, otra para levantarte, otra con brillitos, otra que te broncea, o que que te deja la piel sin granitos, o que te blanquea, o que tiene las propiedades de pepino, pedacitos de oro, que hacen lifting, que reparan las marcas, que aaaaAAAHHHH!! Estoy enloqueciendo. Son demasiadas opciones para mi. Y yo solo quería una simple crema para la cara!

Estamos inundados de por la publicidad, tan inundados, que ya ni podemos sacar la cabeza para respirar un poco. Y los precios? Aumentan mas rápido que las operaciones de Sabrina Sabrok.

Que si es una sensasión?

Porsupuesto!

Si eso es lo único que pude llevarme de una tarde de compras.

AprilSun.