viernes, 12 de marzo de 2010

Día 50: Agua dulce, agua salaa...

Buenos días, mi nombre es ... y pertenezco a la empresa Nestlé Pureza Vital. El motivo de mi visita es ofrecerle Agua Mineral en Botellones, que es la única que tiene un Óptimo Balance de minerales. Ud. que tipo de agua consume?
Y así empezaba mi speech. Una y otra y otra y otra vez.
No entiendo porque cosas de la vida llegué a ser vendedora de calle, pero tomé coraje y ese día salí.
Aún recuerdo la entrevista...hasta el día de hoy no se si fue realmente por que vieron que podía tener potencial, o vieron mi cara de perrito dando lástima y dijeron, bueno, démosle una posibilidad. Lo cierto es que ahí estaba, puntual, como pocas veces, esperando para el gran curso que acabaría por cambiar la manera en que enfrentaba las cosas.
Hasta ahí todo bien...nos presentaron (eramos un grupo de alrededor de 10 personas) al gerente de ventas de "Nestlé", un hombre ya entrado en canas con un muy buen porte, y con palabras tan correctas que realmente no entendía que quería decir. Lo cierto es que esos 3 días nos enseñaron las propiedades del agua, que cuanto sodio era lo recomendable, porque se le dice agua mineral y porque no, para que sirven cada uno de los minerales...y muchas cosas que tuve que retener conteniendo el aliento.
Ahhhhhhhhhhhh...pero venía lo peor.
Bueno, ya están todos listos, ahora vamos a actuar para ver como es que le venderían a alguien. A ver vení, vos. Yo soy el dueño de casa, vos venís, me tocas la puerta y yo abro....
Y ahora de que me disfrazo? Realmente había razonado que tenía que enfrentarme a un montón de caras desconocidas esperando por su rechazo, mala onda y cero de su tiempo? No.
Y ahí mismo me transformé en la Villamil de las ventas. No entendía de que manera, pero como actriz cuando se prenden las cámaras, cada vez que se abría la puerta, yo estaba radiante, dispuesta a venderle con la mejor de las ganas mi botellón de agua.
Mi primer día fue de lo mas duro... las caras de desconfianza y los típicos "no, yo soy la que limpia, no está la dueña" que me encontré! Con el tiempo aprendí a diferenciar que la gente está cerrada, y que para abrir esa coraza solo basta con darles una sonrisa y mostrar interés en lo que dicen...
Con cuantos me he cruzado! Una vez uno me atendió desnudo y casi salgo corriendo, otra vez fui a tocar una puerta y dentro estaban discutiendo, porque la mujer le decía al marido ¿Cómo que no sabés cocinar un bife?, hombres que me invitaron a pasar, y que obviamente rechazaba, perros que me han mordido, portazos en la cara, barrios peligrosos, compañeras celosas, la presión por llegar a las 2 altas diarias, caminatas con 40 grados de calor, mañanas de frío en que no sentía las manos para escribir el número de la próxima casa...

Pero saben que? Prefiero quedarme con los buenos momentos, la gente que conocí, los amigos que me llevé, los lugares por los que viajé, los nombres de las calles que de una vez por todas ahora si sabía, los perros que no me mordieron, la gente esperando ansiosa mi segunda visita, las mañanas de sol, la gente dispuesta a escucharme, mi bolsito con las planillas y mi remera celeste que aún está guardada en un rincón del Placard...

Estoy orgullosa de haber sido vendedora de calle, ya que desde ese momento entendí por primera vez, que algo lo había conseguido con mi esfuerzo. Y esa es la mayor satisfacción.

Prefiero ver la mitad llena del botellón.

AprilSun.


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