sábado, 18 de julio de 2009

Día 33: Acero de Cristal

A veces me siento como si estuviera en medio de una selva, llena de animales feroces esperando por mi carne, y de un clima tan salvaje como el entorno que me rodea. Pero en medio de esa selva, me veo dentro de una jaula, protegida de esos peligros, si, pero encerrada al fin.
Muchas veces las maneras en que quiero explicar las cosas, trato de hacerlas mediante parodias, o paradojas, o historias que reflejen lo que se puede estar pasando.
Trato de abstraerme y observarlo desde una tercera persona, en la que lo que cuento parece no estar siendo vivido por mi.
No se porque cargo con tantas culpas, porque me culpo tanto, o porque siempre me siento culpable de las cosas que hago.
Puede que tenga que ver con mi pasado, o puede que no, sinceramente no se si quiero encontrarle la explicación al porque siempre necesito la aprobación del otro para saber si lo que estoy haciendo está bien. Las raices pueden también estar en que nunca tuve algo verdaderamente mio, y cuando llegaba a acostumbrarme a algo, lo tenía que perder.
Eso puede explicar perfectamente porque hoy en día me emociono tanto con las cosas, y me las quito tan rápido como vienen. Para protegerme, no se, o para no acostumbrarme y tener que sufrirlas si no están, quizá. No quiero saber la razón.
Tengo dos sueños que son recurrentes, bueno, hoy en día no tanto, pero lo fueron en su momento, y cada tanto alguno vuelve.
En uno de ellos, me veo llegando a casarme, entrando a algún lugar, lleno de gente observandome y mirando la situación, y yo, llegando hacia casi hasta adelante, y arrepintiendome antes de dar el si.
El segundo sueño tiene que ver con que tengo un bebé, pero no logro saber como cuidarlo, me veo sola, y en lugares desconocidos para mi, y me da miedo. Pero a la vez amo ese bebé, pero no quiero afrontar o hacerme la idea de ser madre.
Ambos tienen que ver con lo mismo, creo, en situaciones diferentes, pero parecidas al fin.
No me gusta la idea del amor, ni del enamoramiento, ni de las palabras melosas, ni lo pegajoso, ni los sobrenombres del tipo chichu, chochi, chuchi o que se yo cuantas cosas, ni que los demás me vean de esa manera, me gusta sentirme bien, pero no quiero que alguien dependa absolutamente de mi. Creo que esa idea me asusta. El amor duele, y como ya dije otras veces, es una idea tan abstracta que no sabría decir si nunca estuve enamorada o si me enamoro de todo, y quizá no lo quiera admitir. Me abstraigo, y no pienso. Esos temas para mi son tocados con la total frialdad con que toca un político las necesidades de la gente. Al menos por ahora, por ahí cambie.
Que si me han tratado con frialdad? Si claro, son concecuencias de estelas que han dejado viejas experiencias. También creo que insistir demasiado con algo a alguien llega a cansarlo, por eso evito insistir, porque no me gusta que lo hagan, tampoco lo quiero hacer.

He mezclado muchas ideas, en esta bloglicuadora, no se si le habré sacado el jugo suficiente.

AprilSun.

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