miércoles, 1 de julio de 2009

Día 26: No te odio, solo me das lástima.

Alguna vez conocieron alguna persona sin escrúpulos y totalmente descarada? Que no le importe mas que la avaricia, el amor propio, a costa de pisar a quien sea, y como sea?
Yo si.
Y dejenme decirles que cruzarme con esta persona fue una de las cosas mas horrendas que me pasó en los últimos años.
No hay nada mas denigrante que te menosprecien, y que encima no puedas defenderte.
Voy a tratar de ser mas clara, empezemos.
Cuando me vine a vivir a Buenos Aires, hace ya mas de 4 años, y tuve mi primer trabajo, me fui a trabajar a una distribuidora.
Era una empresa familiar, no por eso acogedora.
Esta mujer, despechada, necesitada de afecto, y con aires de superada, era mi jefa: "La Cecilia".
Siempre estaba trabajando, o...haciendose la trabajadora del mes.
Ella tenía que tener todo bajo control. Haciendo que sus subordinados hicieran todo cuanto decía, sin tener el mas mínimo error.
Recuerdo el día que entré, a los días era mi cumpleaños, y ella me había dicho: No digas que sos del interior, porque van a pensar esto y lo otro, y no digas esto, no digas lo otro.
Mi primer obstáculo, fue encontrarme con que tenía que crearme una vida, hacerles creer a todos los que me rodeaban en mi trabajo, que era una porteña mas, hincha de Independiente, y viviendo con mi familia. No vaya a ser cosa que digan algo de la provinciana...no?
Luego de eso, vino el tema de habituarme a dejar de comer a los mediodías, porque claaaro, acá en Buenos Aires eso no se acostumbra...me decía.
Pasé el día de mi cumpleaños tomando un matecocido y atendiendo cada 2 minutos el teléfono que no paraba de sonar.
Nunca podía equivocarme, nunca, pero nunca. Y si lo hacía, me decía "Vos no te podés equivocar", y obviamente que me hacía quedar hasta la hora que terminara todo.
No podía quejarme, no podía hablar, que iba a hacer? Estaba en Buenos Aires, en mi primer trabajo, y si me echaba, me quedaba sin nada. Siempre hablaba de sentido común, y de que yo me tenía que dar cuenta de todo.
Pero ese trabajo acabó por enfermarme.
Trabajé durante un año con ella, y fue la peor experiencia. En ese tiempo, adelgazé 7 kg, y tuve comienzos de anemia. Además de que una vez me caí por la escalera, de lo que me hacía correr de los mandados que hacia, yo era cadete, telefonista, atención al cliente, y administrativa, entre otras cosas.
Me mandaba a la tintoreria, al supermercado, y porque tenia que hacerlo? Porque no podía quejarme, porque no tenia otra cosa.
Una vez me menosprecio tanto delante de alguien, que me fui llorando a mi casa.
Pero no aguanté mas, y renuncié.
Hacía el trabajo de 3 personas, y el día que me fui, no me dijo ni gracias.
No le importó en lo mas minimo.
Incluso ese último dia me dio todo el trabajo, y cuando iba a tomar agua, la veía, con sus piernas arriba de su escritorio hablando con su hermano, igual a el.
No esperaba mas de ella, uno da según lo que es.
El egoísmo, y la soberbia tienen su recompensa.

Ahora está sola. Sin amigos.
Y nadie se acuerda de ella.

AprilSun.

1 comentario:

  1. Hay muchas personas asi, que en apariencia progresan pero en el fondo nunca (nunca) van a tener amigo y menos personas que las quieran. Vos si las tenes!

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