miércoles, 10 de junio de 2009

Día 9: No a la sonrisa de Monalisa

Hoy me enteré que habían internado a mi tío Chiquilín.
No, Chiquilín no es su nombre, ni tampoco es ningún chico, tiene mas de 60 años, pero le decimos así cariñosamente.
Si bien le están haciendo estudios, al parecer el médico vió una mancha en los intestinos, así que tendremos que esperar a ver que pasa en estos días, esperemos que salga todo bien.
A veces me da tanta impotencia estar lejos de mi familia, cuando suceden este tipo de cosas quisiera estar cerca, para acompañarlos, y realmente se me hace muy difícil.
Mi tío Chiquilín significa mucho para mi, es el mayor de 6 hermanos, hermano de mi mamá, nació en Chaco, hace mas de 60 años sino recuerdo mal.
Mis recuerdos de mi tío de pequeña siempre me dejaron una especie de ternura, porque con sus pocas palabras, siempre estaba ahi para acompañarme, con su bicicleta vieja y desdeñada, por aquellos barrios que parecían no ser tan seguros.
Recuerdo también de pequeña que el si bien nunca tuvo un trabajo estable, siempre estuvo haciendo una que otra changa, el trabajo que mas recuerdo que tuvo fue el de juntar pelotitas de tenis de las canchas, y a veces, cuando sobraba o le regalaban alguna, me la daba, asi que yo estaba siempre chocha con mis pelotitas, aunque no tuviera raqueta.
Como ya dije en posts anteriores, mi familia por parte de mi mamá fue de pocos recursos, y se vivía como se podía, imaginense en Chaco, con la humedad, y los días calurosos, nadie se salvaba de la famosa Vinchuca, de quien fue víctima también mi tío, y por eso tiene hoy día el Mal del Chagas. Mas allá de eso, siempre estaba en actividad, aunque lo que trabajara solo le sirviera para comer, pero el era feliz, no recuerdo ningún momento en que lo haya visto quejarse o estar de mal humor.
Quizá por su aspecto andrajoso, muchos de mis familiares no lo aceptaban cuando el venía a pedir un poco de pan, o un plato de comida, pero yo me ponía feliz cada vez que lo veía.
Ultimamente casi no lo veo, las últimas veces que pude estar con el, ya no caminaba, y estaba sentado o acostado todo el tiempo, sus palabras era casi irreconocibles, pero siempre con una sonrisa en su rostro. Solo pude sacarle una foto, que atesoro en un rinconcito, para cuando lo extraño y quisiera tenerlo cerca.
Me gustaría haberle cambiado su pasado, haberlo ayudado mas, haber estado mas cerca en los momentos que necesitó, es que es una persona tan inocente y tan buena que ni siquiera se le conoció una novia en toda su vida (o al menos nunca lo contó, o lo ocultó muy bien!)
Sea como sea, creo que todas las cosas suceden porque Dios las pone en nuestro camino, por algún proposito desconocido, y esta no es la excepción.
Ojalá pueda afrontar cada día que me toque como el lo hace, con una sonrisa, y dejando lo mejor de mi en cada lugar donde esté.

Espero que todo salga bien.

AprilSun.

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